CALABACÍN RELLENO CON TROMPETAS DE LA MUERTE Y GARBANZOS
Nuestra visita a Girona no pudo ser más fructífera, puesto que a parte de llevarnos de recuerdo unos grandes momentos con nuestra familia de El Gallo Que No Cesa y el conciertazo que allí dimos, estuvimos bien acompañados por Feli, una mujer que vive la vida con una energía y entusiasmo que ya quisiéramos muchos jóvenes, ¡aunque ella también lo es! Feli se recorre sola en su coche los casi 900 km. que separan Girona de Posadilla de la Vega, en León, para allí descansar, cultivar su huerto, crear preciosos "trencadís" y enseñar a sus paisanos los secretos de internet. De Girona nos vinimos con un enorme calabacín cultivado por ella misma, ecológico y sabrosísimo. También guardaba grandes calabazas... ¡pero todo no cabía en nuestra mochila!
Calabacín de Posadilla de la Vega |
Calabazas ecológicas de Posadilla |
Y a la hora de cocinarlo pensamos que lo mejor sería aprovechar su tamaño para hacerlo relleno, pero en lugar de en la forma habitual longitudinal, prepararlo como vasitos, algo que ya hice en su momento en esta receta de Berenjenas rellenas de luz verde, ¿os acordáis?
El relleno lo hice con lo que tenía por la nevera en ese momento, y es que justo guardaba unas cuantas setas de temporada para disfrutar. A mí me encanta el otoño, le debería haber dedicado una entrada solo para él. No sólo porque ya empieza el fresquito y decimos adiós a tantos meses de calor, sino también por la variedad de manjares que nos regala la naturaleza en esta época del año. Cuando voy a la frutería se me van los ojos detrás de los últimos higos del verano, de la uva moscatel, los rovellons, las setas salvajes, las granadas, la calabaza, las chirimoyas, las mandarinas, los pomelos, los mangos andaluces... ¡se me está haciendo la boca agua!
Así que para estos calabacines aproveché unas setas trompeta de la muerte. Son una seta delicada, de color negro y un aroma muy suave. Pesan muy poquito, por lo que quizás sean de las que más "baratas" salen. El resto del relleno algo sencillo, no debía faltar la proteína, por eso incluí garbanzos y una rica bechamel de soja.
Por cierto, ni hecho a posta, pero... ¡el nombre de la receta parece hecho para Halloween!
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Ingredientes
Un calabacín de tamaño grande
1/2 cebolla morada
100 gramos de trompetas de la muerte
Vino blanco
3 cucharadas de garbanzo cocido y machacado
2 cucharadas de harina de espelta integral
Leche de soja natural
Nuez moscada
Pimienta negra
Sal marina
Aceite de oliva virgen
Queso rallado para gratinar
Elaboración
Cortamos el calabacín y lo vaciamos para crear dos grandes vasos que rellenaremos. Ponemos los vasos de calabacín vaciados en el horno y los cocinamos hasta que queden blandos. El relleno que hemos sacado lo reservamos.
Por otro lado, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen sofreímos la cebolla previamente cortada en trocitos pequeños. Cuando esté quedando transparente, añadimos el relleno del calabacín bien picado y las trompetas de la muerte que habremos limpiado con un pincel de cocina.
Salpimentamos y dejamos cocinar 2 minutos a fuego medio. Añadimos un chorrito de vino blanco a ojo y dejamos a fuego medio para que se consuma el alcohol. A continuación tapamos y dejamos cocinar 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Por último añadimos las 3 cucharadas (aproximadamente) de garbanzos machacados a la sartén, mezclamos, probamos de sal y apagamos el fuego.
Rellenamos los calabacines con esta mezcla.
Preparamos la bechamel de la manera habitual: en un cazo calentamos aceite de oliva (o mantequilla) y añadimos la harina, removiendo para evitar que se queme. Sin dejar de mover añadimos la leche de soja natural templada, salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.
Vertemos por encima de los calabacines. Podemos coronarlos con un poquito de queso rallado.
Metemos en el horno y cocinamos durante 10-15 minutos a 200 ºC, debe quedar la bechamel y el queso fundido y el calabacín tierno.
Hola Nefer, veo tu blog y te felicito por lo que expones, repasaré con tiempo tus recetas y tus paseos por esos restaurantes que visitas.
ResponderEliminarSaludos desde canarias.
Un viaje genial! Qué suerte, volver con un mega calabacín en la mochila!! Tiene muy buena pinta, ya veo que hicisteis un buen uso de él ;)
ResponderEliminarA mi también me encanta el otoño...es una época preciosa, llena de simbolismo y de momentos mágicos que nos regala la naturaleza. Por no hablar de los frutos que nos da...espero ansiosa todo el año para comer granada!! Besitos guapa
Un lujo tus calabacines rellenos :))
ResponderEliminarUn saludito
Qué pintaza!
ResponderEliminarQué tal todo guapa???
Bexitos
Mmmhhh, esta receta tiene que estar buenisima, seguro que la pruebo la próxima temporada de calabacines. Un beso.
ResponderEliminarGracias chicas (y Fernando)!!! :)
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