POTAJE DE LENTEJAS
¡Feliz año nuevo a todos y todas! Vamos a cargar las pilas y ponernos fuertes con una buena receta y así afrontar la temida cuesta de enero... esperemos que no se alargue más de la cuenta. ¿Crisis, what crisis?
Por fin publico la que es mi receta favorita: las lentejas al estilo casero. Ahora en invierno apetecen muchísimo, y en mi casa las hacemos una vez a la semana. La fotografía no hace justicia a su aspecto y ni mucho menos a su sabor... ¡no he logrado captarlo! Para evitar la hinchazón por los gases, probad a añadir comino, así se digieren mucho mejor. También va bien si las cocináis con kombu, aunque a mí se me suele olvidar...
Mucha gente no concibe las lentejas sin añadir algún producto animal, tal como panceta, jamón, chorizo... Aquí no se echa de menos... nadie que las haya probado me ha dicho que faltaría un poco de carne por aquí o por allá. Son como San Miguel: donde van, triunfan. El secreto está en el pimentón de la Vera (le da un toque ahumado como lo haría el chorizo) y en cocinar lento lento, sin prisa.
Sólo espero que, si las hacéis, disfrutéis en familia (salen 5-6 platos) y que después reposéis en el sofá con una buena mantita.
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Ingredientes:
Lentejas pardinas (350-400 gramos aproximadamente)
1 cabeza de ajos entera
1 cebolla mediana
2-3 hojas de laurel seco
Una pizca de granos de comino (opcional)
1 cucharadita colmada de pimentón dulce de la Vera
4 cucharadas soperas colmadas de tomate frito
1 zanahoria
1 patata mediana
Un puñado de arroz integral (opcional)
Un chorrito de vinagre de vino
Aceite de oliva virgen
Sal
Agua
Elaboración:
Primero debemos limpiar las lentejas, ya que alguna vez puede que nos encontremos pequeñas piedrecitas que se han colado como "pseudolentejas". Mejor perder 10 minutos revisándolas que no acudir al dentista con una muela rota... Dejamos las lentejas preparadas una vez limpias.
Cogemos una cabeza de ajos y quitamos las pieles más superficiales, sin llegar a pelarla ni partirla. Por otro lado, pelamos la cebolla y la cortamos a trocitos pequeños. En una olla grande ponemos un buen chorro de aceite de oliva y echamos la cabeza de ajos y la cebolla. Sofreimos hasta que veamos que comienzan a dorarse. Entonces añadimos unos cuantos granitos de comino. A continuación, agregamos el pimentón de la Vera, removiendo sin parar. En seguida añadiremos el tomate frito, sin esperar mucho ya que el pimentón si se quema puede amargar. Seguimos removiendo todo. Por último añadimos las lentejas en seco y las sofreímos con todo un ratito más, siempre removiendo.
Llevamos la olla bajo el grifo y añadimos agua fría hasta cubrir bien todos los ingredientes (según cómo sea la olla, yo la lleno hasta la mitad aproximadamente). Lavamos y pelamos la zanahoria, cortamos en rodajitas y echamos a la olla. Agregamos una cucharada sopera de sal al agua. Ponemos a fuego fuerte y llevamos a ebullición. Cuando rompa a hervir, bajamos el fuego a medio-bajo y dejamos cocinar.
La única "faena" que nos pueden dar estas lentejas es que debemos estar pendientes de ellas para evitar que se queden sin agua. Por eso debemos "asustarlas" de vez en cuando, es decir, agregarles agua fría cuando veamos que comienzan a espesar.
Cuando el caldo comience a tener un tono "marrón terroso" (puede ser a los 40 minutos aproximadamente), agregaremos un puñado (no más) de arroz y la patata a trozos (mejor si al cortarla no lo hacemos con un corte limpio si no rompiendo la patata, para que así suelte almidón y espese el potaje)
Seguimos cocinando durante 20 minutos más a fuego suave, removiendo para que no se peguen y asustándolas para que no se espesen. Vamos corrigiendo de sal cada vez que agreguemos agua.
Cuando apaguemos el fuego echamos un chorrito pequeño de vinagre y otro de aceite de oliva.
Si os fijáis el tema del tiempo no lo especifico con exactitud. Hay que ir viendo a "ojo" como va adquiriendo cuerpo, ese tono marrón terroso. El caldo no debe quedar transparente. Aproximadamente suele tardar en elaborarse una hora y algo, depende de la potencia del fuego. Eso sí, contra más suave el fuego, más ricas están.
Les llenties així com les has fet tu m'encanten!! amb arros i verduretes, no cal posar-hi res mes!!! El que no m'agrada gens és quan hi posen xoriç o cansalada!! visca la cuina lleugera i sana!! petons
ResponderEliminar¡¡Tenia ganas de ver tus lentejas!! Que ya me comentastes que son parecidas a las mias, y es verdad, asi que seguro que están muy ricas,..jajaja No, en serio, tienen muy buena pinta y es uno de mis platos preferidos. A mi no sé por qué pero me sientan genial, no me hace falta comino ni alga kombu, mi estomago las digiere super bien. Me encanta tu plato.
ResponderEliminarMuchos besitos. Me alegro mucho de verte por aqui :)
Yo las he comido varias veces, y sí, están riquísimas!! Aunque esta última vez no las has cocinado nada, mala!!!!
ResponderEliminarLa próxima vez me haces una olla enorme y las congelamos para así me duren medio año!!
MUACA!!!!
Isaak
Que bonito, a mi mi novio nunca me comenta las entradas :( le da cosa participar en el mundo blogeril, aunque bueno, al menos disfruta degustando conmigo las cosas que luego cuelgo, o yendo a restaurantes vegetarianos (ya está más que convencido de dar el paso!!) y a mi eso me pone super contenta :)
ResponderEliminarGRACIAS! Probadlas, incluido tú Isaak, prueba a hacerlas tú solito hombre :) Aunque si no quieres, cuando nos veamos te preparo lo que quieras, o me haces una de tus superensaladas, que casi superan a las del Ugarit, y eso es dificil.
ResponderEliminarPequeña, me alegra que cada vez quede menos. Si se convence él mismo, eso es lo bueno.
Roser, no hace falta echarle nada de carne... Si es que nos hemos acostumbrado mal, a la sobreabundancia... y ahora nos duele la crisis!
Besos!